Fotografiando en analógo
Hace unos días escribí sobre f/64, una de las iniciativas que tengo alrededor de la fotografía, pero también escribí acerca de algunos cambios en mi actividad en la fotografía.
Uno de esos cambios y del que quiero hablar en este momento, es mi intención hacer más fotografía pero con cámaras análogas.
Si tengo que describir el por qué de esta decisión, la respuesta es relativamente simple, quiero experimentar el proceso desde la concepción de la imagen hasta el resultado final de la impresión con las limitantes y los beneficios que provee este medio.
Mamiya RB67 ProSD de 1974, formato mediano de 6x7 en película 120mm.
Pero, antes de continuar me gustaría aclarar algunos puntos que creo son relevantes.
Nostalgia
No es una decisión basada en ser hipster o porque la fotografía análoga está reviviendo y ha alcanzado algo de popularidad. Realmente tenía algo de tiempo pensándolo pero no me había decidido, lo que de alguna manera me enpujó fue la compra de una Standard Cameras a través de Kickstarter, aunque la cámara aún no me ha llegado, pero de alguna forma esto fué lo que me llevó a decidir a hacerlo.
Aunque pensándolo bien, por muchos años de mi vida tomé o me tomaron fotos con cámaras análogas, sólo que en esos tiempos mandábamos la película al laboratorio y las fotos realmente las veíamos y las comentábamos en álbumens, quizás esto tiene que ver con cierta nostalgia.
No son mejores fotosNo creo que el utilizar una cámara análoga mágicamente haga que tome mejores fotos. Tan malas pueden salir ahí como en las digitales. Pero lo que sí he notado al momento salir a tomar fotos es que trabajo un poco más la fotografía y no la tomo hasta estar casi 100% seguro de qué es lo que quiero.
No hay tanta ansiedad por voltear a la parte de atrás de la cámara para ver “cómo salió”, confío en que coloqué la apertura, la velocidad de disparo y el foco en valores que van a crear una buena imágen, básicamente tomo la foto con la confianza de que va a salir bien.
Otro punto que me parece interesante es que al tener limitante, una limitante física real, sobre el número de exposiciones me hace más selectivo al momento de decidir tomar una fotografía.
Algunos de estos aspectos poco a poco empiezan a permear cuando utilizo la cámara dígital.
Digital vs Análogo
No, no hay un digital vs análogo, la primera pregunta que me hicieron cuando comencé a tomar fotos análogas es sí ya no iba a hacer fotos en cámaras digitales, y la respuesta es no.
Un medio no es excluyente del otro, ambos se pueden complementar perfactamente, hay infinidad de situaciones hoy en día en dónde una cámara dígital es una clara ventaja sobre una cámara análoga.
Revelando película
El proceso de revelado de película no es tan complicado como para no hacerlo personalmente, afortunadamente los procesos hoy en día están bastante bien documentados.
Cuarto obscuro
Hoy en día no es necesario tener un cuarto obscuro para poder revelar negativos sin necesidad de recurrir a un laboratorio. Con la ayuda de bolsas negras “Darkroom” y el tanque Patterson de revelado es suficiente para el revelado. Si la intención es hacer impresiones desde el negativo a papel fotográfico entonces sí.
Tanque Patterson de revelado y bolsa “Darkroom” con mangas.
El tanque Patterson IV tiene la capacidad para revelar película 135mm, 120mm y placas 4x5, aunque éstas últimas con un pequeño “Hack”.
Quizás la parte más retadora es conseguir los químicos necesarios. Para el caso del revelado de película en blanco y negro se requiere de un revelador, el “stop” y el fijador. Hoy en día el acceso a tales químicos no es tan sencillo en México, por ejemplo en el estado de Colima no hay quién los venda, la opción más cercana es Guadalajara, pero aún así hay algunos retos.
Al parecer en Guadalajara Laboratorios Julio son los únicos que venden químicos de revelado, pero la persona o personas que atienden en la parte de químicos no tienen ni la menor idea del proceso o para qué son los químicos, por lo que no es posible realizarles alguna pregunta sobre los productos que venden, es como ir a una cafetería y que la persona que prepara el café no toma y no le gusta el café, pero aún así te da lo que pides.
De lo que pude encontrar en Guadalajara fue revelador para blanco y negro con las fórmulas TMax y D-76 además de el químico “Rapid Fixer” para fijar el revelado, sin embargo no hay “stop”, en ese caso utilicé Vinagre Blanco en relación 1/5 diluido en agua.
Para el proceso de revelado en blanco y negro hice uso de la aplicación Massive Dev. La aplicación da información de los tiempos y cantidades del los químicos para diferentes combinaciones de película y revelador. Adémas de proveer temporizadores para cada uno de los distintos pasos.
Negativo de Kodak 400-Trix revelado con T-MAX.
Ahí mismo en Guadalajara traté de conseguir el Kit C-41 para revelado de película a color pero no está disponible y al parecer no hay opción, aún me falta buscar en la Ciudad de México.
En el caso de la película a color opté por llevar algunos rollos 135mm al único lugar dónde aún revelan color en la ciudad de Colima.
Me arrepentí rápidamente al momento de recibir las películas. Me las entregaron en una bolsa de plástico enrollados entre sí los 3 rollos, sin cortar, y la película tallándose. No era buen augurio, al revisar me encontré con varias fotos que tenían rayones más allá de lo reparable. Además unos de los rollos en casi todos los cuadros tenían una raya azul exactamente a la misma altura.
En lo que puedo conseguir los químicos para color, la opción más viable va a ser llevarlos a Guadalajara, allá aún hay varios laboratorios que procesan película.
La impresión
Actualmente es una de las épocas en la que más fotografías se producen diariamente, pero también es una de las épocas en las que se imprime en menor cantidad.
El consumo de imágenes en digital es efímero, apenas estamos viendo una cuando ya llegó otra para reemplazarla y ser olvidada, esto en el mejor de los casos, ya que un buen número no son vistas y simplemente se quedan guardadas en discos duros o teléfonos celulares.
Parte del motivo de hacer fotografía análoga es completar el proceso hasta llegar a la impresión, pero para imprimir de forma análoga en papel fotográfico sí se requiere de un cuarto obscuro. Afortunadamente para mi, el fotógrafo y amigo Gustavo Vilchis recientemente concluyó su cuarto obscuro en Colima y me invitó a hacer unas impresiones.
Trabajando en el cuarto obscuro
Realmente fue fascinante hacer hojas de contacto, calcular tiempo de exposición, hacer viñetado con las manos o alguna otra herramienta, poner el papel en el revelador y ver casi al instante la imagen aparecer, pero con la luz roja no es posible saber si el tiempo de exposición fue el correcto o no, al menos no del todo.
Imprimiendo en papel fotográfico
En esa ocasión llegué a las 8pm y salimos del cuarto obscuro a las 2am el tiempo pasó bastante rápido ahí encerrados — nos acompañó un poco de mezcal — y desconectados del mundo exterior, repasando metódicamente el proceso cada que iniciábamos una impresión.
El resultado fue simplemente increíble, todo el trabajo manual, el trabajar casi a obscuras, el contar el tiempo en cada uno de los pasos para finalmente de un negativo obtener una hoja de papel con la fotografía, se siente una alegría al ver que lo que iniciaste posiblemente un par de semanas atrás, finalmente se materializó.
Impresiones en blanco y negro sobre papel fotográfico. Comunidades de Nogueras (arriba) y Buenavista (abajo).
Otra opción de impresión es por la vía digital. Los negativos se pueden escanear con un escaner para negativos y posteriormente imprimir el resultado en una impresora para fotografías.
Debido a la falta de este tipo de escaner investigué en Colima quién tenía y hacía este tipo de trabajo, encontré sólo un lugar, pero al igual que el lugar del revelado fue una decepción total, aunque les dí indicaciones muy específicas de cómo hacer el escaneo lo que me entregaron fue bastante malo y pero aún culparon mis negativos de estar mal expuestos, sí los mismo negativos de los que pude hacer impresión directa en papel fotográfico.
No me quedó opción que aprovechar una oferta de Amazon y comprar un escaner para negativos. Además, adquirí el programa Silverfast 8 el cuál entre otras cosas tiene perfiles de color para película en color que ayuda en la corrección al momento de escanear y el uso de escaneo infrarojo para corregir polvo y daños de rayones en el negativo.
La gran ventaja de estás 2 características de Silverfast es que no hay que hacer procesamiento a las imágenes en Photoshop o algo similar, o en el peor de los casos es mínimo, en especial cuando se quiere que los colores de la emulsión de la película original se mantengan lo más apegados a la realidad.
Kodak ProImage 100 escaneado e impreso en papel fotográfico. Laguna de las Garzas en Manzanillo (Izq) y Carretera Manzanillo-Colima (Der).
Ya con el escaner digitalizé algunos de los cuadros a color que recibí del laboratorio incluyendo algunos de los que recibí dañados y que pude corregir. Una vez digitalizados los imprimí con una impresora de tinta y papel fotográfico. No fue tan emocionante como el cuarto obscuro pero fue satisfactorio ver la impresiones con los colores bastante cercanos a los que produce la emulsión que utilicé.
Kodak ProImage 100 escaneado e impreso en papel fotográfico. Ex-Hacienda La Esperanza en Jalisco.
Conclusiones
Esta travesía a través de la fotografía análoga ha sido muy satisfactoria, aún con las complicaciones que he encontrado. Disfruto el proceso, desde salir a tomar fotos dejando la cámara digital y saber que tengo un número limitado de exposiciones en la cámara de formato medio Mamiya RB67 o en la Canon Elan II de 135mm, a la cuál puedo ponerle mis lentes de la serie L sin problema.
Espero el momento en que Stardard Cameras haga el envío de la cámara de formato grande (4x5) y salir a tomar fotos de los temas que más me gustan.
Pero sin pensarlo lo que más me agrada de hacer foto es encontrar lugares increíbles dónde esperar el amanecer o donde observar el atardecer. Visitar lugares, platicar con las personas, que me cuenten recuerdos, anécdotas y que accedan a que les tome la foto.